Orden y estatus de la colección

La exposición se divide en tres sectores diferenciados:
En la planta baja, una pequeña parte está dedicada al sector primario, en especial la agricultura, que mantenía ocupados a gran parte de la población de la zona.
El resto de la planta baja y gran parte de la segunda está ocupada por oficios pertenecientes al sector secundario, exponiendo los más representativos de la zona aunque faltan algunos.
Un pequeño sector de la segunda planta está destinada al sector terciario, comercio y algunos servicios.
La segunda planta se divide en tres partes:
- Una sala está dedicada al sistema de pesos y medidas, tanto la anterior al sistema métrico, como una pequeña parte con antiguos objetos del actual sistema.
- La sala de mayor tamaño está dedicada a los aspectos domésticos de la casa mallorquina y sus habitantes.
- La última sala del recorrido es polivalente y está dotada con una colección de pintura de toda época de pintores de Campos o relacionados con el pueblo.
Orden de la colección de Etnogràfic Campos
La colección se exhibe de la forma más ordenada posible en cuanto a temática, aunque no siempre ha sido posible mantener esta línea, especialmente con la sección vinícola, ya que se pretendía que quedara donde siempre había estado en el pasado de este edificio.
En términos generales, se ha pretendido que la exposición tuviera un mensaje continuado y ordenado etnográficamente. También se ha intentado mantener una proporción de espacios y secciones, sin embargo esto ha supuesto el no poder exponer algunas piezas adquiridas.
Desde el primer momento, se ha intentado que cada sección quedara lo más completa posible, haciendo verdaderos esfuerzos en conseguir las piezas de las que no se disponían y sobre todo, destacar a las más sencillas -que a menudo son las más difíciles de conseguir y las que desaparecen con mayor facilidad-, para que la evolución no quedara interrumpida, como si se pudiera reiniciar la actividad en cualquier momento.
Las piezas de la colección han sido mínimamente restauradas o, en muchos casos, tan sólo limpiadas. Algunas, de momento, se exhiben sin restaurar, como es el caso de algunos instrumentos musicales, a la espera de disponer de financiación.
Si bien se ha intentado acotar o especializar la temática, finalmente no ha sido así. Dada la escasez de colecciones etnográficas abiertas al público —al menos las que corresponderían a una comunidad autónoma como la nuestra— se ha intentado que la colección fuera lo más amplia posible, siempre dentro del contexto de la etnografía, para que los visitantes pudiesen tener una visión global de los recursos que se disponían en la zona de Mallorca donde está ubicada la exposición.
Lo que sí se ha acotado, y así se mantuvo desde el inicio de esta colección, ha sido que todas las secciones de los sectores primario y secundario prescinden de fuerza motriz, tanto sea con motores de explosión como eléctricos; solo en tres secciones del sector terciario se ha hecho la excepción de introducir la electricidad.
La colección se encuentra actualmente en tareas de catalogación, que para poder realizarse correctamente, era necesario que las secciones estuvieran completamente montadas, pues hasta ese momento no se ha sabido qué elementos serían los definitivos.
Dada la magnitud de la tarea, se abrirá al público, mientras tanto se realiza el inventario de una forma adecuada.
El estatus de la exposición del Etnogràfic Campos
Tanto en la construcción del edificio, como ya se ha explicado en otro apartado anterior, como para la adquisición de las piezas de la colección, así como para el montaje de la misma, nunca se ha contado con ningún sistema de ayuda pública. No se han solicitado, simplemente porque hasta prácticamente el último momento no se supo con certeza si el proyecto llegaría a buen fin.
Por otra parte, la exposición etnográfica permanente, a día de hoy funciona como empresa privada, empleando un local adaptado a su uso y disponiendo de la oportuna licencia de actividad.
Consideramos que se podría optar a la obtención del estatus de colección museográfica, creemos que cumplimos los objetivos y no descartamos que en un futuro se pueda optar por esta figura, pero esta opción comporta unas obligaciones y deberes por parte privada y pública que no siempre son equitativas.
El funcionamiento y gestión de esta exposición, no tiene ninguna ambición lucrativa, lo que, sin embargo, en caso de tenerla, nunca amortizaría la inversión hecha tanto en el continente como en el contenido, simplemente persigue poder cubrir los costes de mantenimiento -que son muchos-, de servicios, de impuestos y en su caso de personal. El objetivo principal es mostrar una pequeña parte de nuestra historia, con mucha ilusión, autenticidad y rigor, aunque sea desde una iniciativa privada con las limitaciones que eso conlleva.